sábado, 2 de mayo de 2015

Red Dress



Ella llevaba un vestido rojo, y mezclado con su cuerpo era fuego. Una desconocida encantadoramente callada, paseaba su mirada entre los rostros de la gente buscando, quizás, unos ojos que pudieran acallar el miedo de los suyos.
Parecía segura cuando sostenía esa copa de vino, parecía sensata cuando se rehusó a bailar, parecía tan frágil cuando se abrazó a sí misma en busca de calor, sin embargo no se desprendía de la barandilla del balcón. Muy en el fondo conocía a esa mirada perdida.
Me acerque a ella y le tendí mi chaqueta, ella amablemente la rechazó y volvió la vista al infinito estrellado sobre nuestras cabezas. Ella pensó que yo me marcharía, que la dejaría congelando su tiempo y huesos. Ella no me conocía.
Con cuidado coloqué la chaqueta sobre sus hombros, recibí una mirada de asombro por su parte, esta vez no hubo negación si no que se aferró a la prenda con fuerza como si la tela fuera su único consuelo.
De sus labios salieron unas palabras ''¿Por qué?''. Su voz era tan suave y serena como prometía ser y pensé ''¿Por qué?'' Ni siquiera yo lo sabía. Tarde el tiempo necesario como para que posara sus iris oscuros en mí, me permití apreciar cada pequeño detalle de su blanca piel, conté cada lunar haciendo en total seis y después hablé ''Eres la desconocida del vestido rojo con seis lunares en su rostro y que trata de buscar otra mirada para ahuyentar a sus demonios. Eres el fuego que esta noche se está extinguiendo bajo las estrellas, solo, no quería que ese fuego se apagara.''. Cuando dí todo por perdido, ella bajo la mirada y sonrió ''Siempre fui transparente para los ojos curiosos.'' ¿Curiosos? Si, quizás fui un curioso buscando saber más de la chica.
Al dar las doce el vestido rojo desapareció y con él, ella. Fue algo así como un pacto con Cenicienta pero esta vez sin zapato que devolver.
Espero que al menos conserve la chaqueta que le dio calor esa invernal noche, quizás ese fue nuestro zapato de cristal.
Jamás volví a saber de la chica del vestido rojo con mirada oscura...pero algo en mi me decía que nos volveríamos a reencontrar.

Yo seguía siendo un curioso y ella seguía sosteniendo mi chaqueta.


-O-

Espero que os hay a gustado esta pequeña narración. Votad y comentad. ¡Gracias!

Blue. @ElDiarioDeBlue

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